LA PLATA. EL PALACIO DE LA LEGISLATURA


Al igual que otros edificios públicos de La Plata, la Legisla­tura surgió del Concurso Inter­nacional de Proyectos que el Gobierno provincial convocó en 1881. En lo que hace al Palacio Legislativo los ganadores fue­ron los arquitectos alemanes Gustavo Heine y George Hagemann. La piedra funda­mental se colocó el 29 de mayo de 1883, iniciándose las obras bajo la dirección del arquitecto Carlos Nordman.

Cuando en 1884 los pode­res públicos provinciales fue­rontrasladados a La Plata las obras no estaban concluidas por lo tanto las Cámaras fueron instaladas en el edificio de calle 7 entre 56 y 57 que era el Departamento de Ingenieros, luego Dirección Provincial de Vialidad y actualmente perteneciente al Poder Judicial. Ante la demora de los trabajos, en el año 1887 se for­mó una comisión integrada por diputados y senadores que se ocupó del control y la finaliza­ción de las obras. Así, el 4 de mayo de 1888 se inauguró el edificio con la habilitación de la Cámara de Diputados y el 7 de mayo de 1889 comenzó a fun­cionar el recinto del Senado.

El estilo del edificio es clá­sico con elementos renacentistas alemanes. Tiene tres accesos: dos para los le­gisladores (para los senadores sobre Av. 51 y para los diputa­dos sobre Av. 53) y una para el público (sobre Av. 7). Estos ac­cesos están identificados por pórticos que se componen de cuatro columnas con capiteles jónicos y se coronan por gru­pos escultóricos realizados por el artista venecianoVictor De Pol, quien también realizó los relieves de cemento patinado que sirven de ornamento a las tres fachadas principales, los que representan escenas alegóricas y de la historia ar­gentina.

El grupo escultórico que corona el frontis del acceso para los diputados tiene una figura central que sostiene una rama de laureles, símbolo de la Victo­ria. Los relieves de esta facha­da representan la riqueza mi­neral, la riqueza vegetal, la in­dustria, los oficios, la ganade­ría, la agricultura y el comercio. En la esquina de 7 y 53 puede verse un mosaico que repre­senta el Congreso de Tucumán de 1816, realizado por Conrado Marín.

En el acceso de avenida 7 el grupo escultórico posee una figura femenina con un gorro frigio ‑símbolo de la libertad­- sosteniendo la tabla de la Ley, y dos figuras laterales que sos­tienen una espada y una antor­cha. Los relieves de esta fa­chada se refieren a la libertad y momentos de la historia en re­lación a la independencia. Aquí pueden verse la abolición de la esclavitud, la unión y la fraterni­dad, la derrota de las invasio­nes inglesas.‑ San Martín reci­biendo las joyas de las damas mendocinas, el pueblo reunido el 25 de mayo de 1810 frente al Cabildo, la Argentina entregan­do ejércitos a repúblicas her­manas y la Declaración de la Independencia


Sobre el acceso de los senadores, la figura principal del grupo escultórico sostiene un texto y los relieves se refieren a la educación y las primeras letras, las Bellas Artes, transporte terrestre, la Primera Junta, el transporte marítimo el telégrafo y la Literatura.

En el interior del edificio, una escalera de mármol lleva al público desde el hall hasta los palcos de los recintos principales. Los accesos para Ios legisladores llevan al Salón de los Pasos Perdidos. El cielo raso de la Cámara baja fue decorado por el pintor argentino Grazziano Mandilaharzt Representa un sol naciente flamígero y una serie de figuras alegóricas.

GRUPOS ESCULTÓRICOS

La escultura de la calle 53. Grupo escultórico sobre frontispicio triangular, en el frente de la H. Cámara de Diputados, sostiene una corona de laureles que expresa la identificación del luchador con los motivos y finalidades de su victoria. La de calle 7 cubre su cabeza con el gorro frigio, emblema de la libertad y sostiene la tabla de la ley. A estos elementos se suma la antorcha, símbolo de la purificación, emblema de la verdad. La doncella de calle 51 sostiene también un texto cuyo contenido despierta su interés.

El resto de las figuras que integran ese grupo tiene un tratamiento similar, son personajes desnudos que simbolizan la belleza moral y espiritual. También De Pol es autor de los relieves de cemento patinados, colocados en los nichos dejados ex profeso en momentos de construirse los muros del edificio. Representan historias de vida nacional y diferentes figuras alegóricas , están ubicados dos a cada lado y tres debajo de los peristilos de los accesos al interior.

Sobre la entrada de la Cámara de Diputados, en la calle 53, los primero relieves muestran una mujer inmersa en un paisaje, el primero con rocas y montañas y el segundo con una exuberante y variada vegetación. Se refieren a la riqueza mineral y vegetal del país. El tercero es una alegoría a la industria visualizada mediante un obrero en su taller de oficio. El siguiente de mayor dimensión está compuesto por trabajadores, con herramientas de distinta índole, según los oficios. El quinto posee la imagen de un paisano rodeado de los animales que tradicionalmente lo acompañan en el medio rural; toda la composición se refiere a una de nuestras riquezas mas representativas: la ganadería. El resto, similar a los dos primeros ya mencionados, alude a la agricultura. En el último apreciamos la figura de Mercurio, dios del comercio, con el caduceo en sus manos.

Los relieves existentes sobre la entrada principal de calle 7, tiene una temática común: el proceso de obtención y consolidación de nuestra libertad. Sucesivamente los temas de cada una de estas alegorías son: Abolición de la esclavitud, Unión y Fraternidad, El Gral San Martín recibiendo las joyas de las damas mendocina, El pueblo frente al cabildo en mayo de 1810, Argentina entregando ejércitos a las repúblicas hermanas, Declaración de la Independencia, Derrota de los invasores ingleses.

Sobre la entrada de la calle 51, los dos primeros relieves, aluden a temas culturales. Uno está compuesto por un grupo de tres figuras de las que se destaca la imagen de la maestra en la actitud de enseñar a sus alumnos, se refiere a la educación y las primeras letras. El segundo representa a las Bellas Artes, corporizadas en la figura femenina que se apoya en los restos de una columna de capitel jónico, sostiene en su mano izquierda un par de pinceles y en el extremo inferior puede observarse una lira; esos tres elementos simbolizan la arquitectura, la pintura y la música.


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EL SUEÑO QUE DARDO ROCHA NO PUDO CONCRETAR

Con el proyecto de la Nueva Capital de la Provincia, Dardo Rocha no solo le daría a su metrópoli la categoría de estar entre las pioneras en tener los adelantos mas modernos de la época y con ello nos referimos, no solo a ser la primer ciudad en Argentina en tener iluminación eléctrica, red de gas de carbón, desagües cloacales y pluviales, Agua potable, y un trazado estratégico, sino que ha querido jerarquizarla aún mas, para colocarla entre las mas bellas del mundo, coronándola con piezas estatuarias de gran belleza.

Para tal fin, antes de la fundación y con el apoyo de un entusiasta colaborador llamado Andrés Lamas, pensaron e idearon un paseo al estilo de las grandes avenidas del mundo y que llamarían “Paseo de Mayo”, este comenzaría en la Plaza dela Legislatura, la cual llevaría el nombre de Bernardino Rivadavia (Hoy Plaza San Martín) por avenida 51 hasta Plaza Moreno y luego retornando por Avda. 53. Cada cuadra estaría galardonada con un miembro de la Primera Junta de Gobierno. Luego con un follaje de una vegetación acorde, harían de éste un paseo agradable, recordando a quienes realizaron la revolución de Mayo, dando a nuestra Nación el Primer Gobierno Patrio.

Para ello se hizo presente en mayo de 1882, un representante del gran escultor italiano Cavaliere Pietro Costa, nacido en Florencia y profesor de la “Real Academia de Artes y Oficios de Italia”, que ya era conocido en nuestro país por los numerosos trabajos realizados y era llamado con el distinguido calificativo de “El Señor Escultor”. Las nueve piezas escultóricas fueron encargadas, pero muchas desavenencias con respecto a los contratos, los pagos y demoras en los diseños y bocetos de los próceres, hizo que estas, que fueran encargadas meses antes de la fundación, no llegaran hasta fin del siglo. Para lo cual la ciudad ya contaba con 18 años y en plena marcha.

Fue por iniciativa de Lucio Rossi, quien fuera reemplazante del renunciante Andrés Lamas, (recordemos uno de los precursores del paseo), que decidió colocarla en la Plaza que hasta ese momento seguí llamándose a modo pueblerino, Plaza de la Legislatura; pasándose a llamar “Plaza Primera Junta” desoyendo el proyecto original del fundador, de llamarla Bernardino Rivadavia.

Se optó por montarlas en un gran basamento cuadrado, con los vértices truncados, a modo de formar ocho aristas y en cada una de ellas colocar a un miembro de la Primera Junta. En el centro, delante de un gran torreón como pedestal portador de una alegoría a la libertad, tendría su lugar, el presidente de la Junta de Gobierno: Cornelio Saavedra.

Este conjunto estatuario, fue motivo de crítica durante varios años, pues carecía de gracia y estilo, ya que la idea era diseminarlos y no reunirlos, por lo que no se contó con la idea de las proporciones, pues eran todos del mismo tamaño, o sea de dos metros, haciéndolos objeto de burla, pues ponían de ejemplo a J.J. Paso o J. Larrea de contextura baja y regordeta, a la misma proporción que a Saavedra y Azcuénaga que eran militares delgados y de gran porte. También por su vulgaridad pues tanto la base como el pedestal, primero un torreón y luego un obelisco truncado eran de material usual de albañilería y no de granito o mármol.

Apenas 12 años después de colocado el monumento, por Ley del 2 de Abril de 1913 se autorizó al poder ejecutivo a desarmar el conjunto estatuario y diseminar los monumentos a distintas plazas de la ciudad y reemplazando el nombre de la plaza, como “San Martín”, colocando en ella el bronce del Gran Capitán (que tampoco es San Martín pero eso es otra historia).

Las estatuas fueron puestas en un depósito municipal y con el tiempo se les fue dando un destino y no todas quedaron en la ciudad, ya que han sido dispersadas por la provincia y en algunos casos Inciertos hasta hace unos años.

A saber:

Juan José Paso, en Plaza Paso de La Plata, Cornelio Saavedra en Parque Saavedra de La Plata, Domingo Matheu, en Plaza Matheu de La Plata, Manuel Belgrano en Plaza Belgrano de Ensenada, Juan Larrea en rambla Calle 4 de Berisso, Mariano Moreno en Plza. Moreno de San Vicente, Manuel Alberti en Plaza Cnel. Arias de Alberti, Miguel de Azcuénaga en Plaza Azcuénaga de Junín y Juan José Castelli… desconocido.

Como vemos el sueño que alguna vez tuvieron Dardo Rocha y Andrés Lamas, no solo no se pudo realizar, sino que muchas esculturas están fuera de nuestra ciudad y otras fueron y son presas del vandalismo local como por ejemplo la de Cornelio Saavedra en el Parque de su mismo nombre.



RESTAURACION DEL RECINTO DE LA H.C.D.

Con la vuelta de la democracia 1983, el deteriodado Palacio Legislativo, comenzó lentamente su restauración. Entre las principales obras, se destaca la del recinto de diputados, que dió comienzo el 2 de Enero de 1985. Su estado mostraba un alto grado de deterioro debido al abandono, la acción del tiempo y el resultado poco feliz de algunas intervenciones de reparación.

Entre los exiguos datos obtenidos confirmaron que fue el artista argentino Graciano Mendilaharzu, el autor de las pinturas del Lucernario y de figuras alegóricas que ubicadas en los casetones de la semicúpula, representaban a la Justicia, la Paz, la Historia, la Ciencia, los Negocios, el Arte, la Prudencia, la Agricultura, la Industria, la Elocuencia y la Verdad.

De las obras mencionada se rescató solamente una de ellas, la Justicia, que se encontraba totalmente cubierta por varias manos de pintura al latex.

Como corolario de las intervenciones mencionadas, podemos decir que las mismas no deben calificarse íntegramente como restauración, dado que como referencia al aspecto arquitectónico del recinto, su decoración primitiva se ha perdido por completo. Se intentó en esa época y posteriormente en la gran restauración realizada en 2004/2005 durante la segunda presidencia del diputado Osvaldo J. Mércuri, una tarea de renovación que permitiera recobrar la magestuosidad de sus antecedentes. Devolverle el aspecto original será una labor que demandará años de investigación y trabajo si hay voluntad para hacerlo.

Refacción Recinto HCD 2005